miércoles, 10 de mayo de 2017

CULTORES DEL CARNAVAL

El término "cultores del carnaval", constituye un neologismo en evolución que vincula los términos "Cultura" y "Actores", e identifica en primer término a los tradicionales "artistas del carnaval", pero que se busca extenderlo a las demás personas que participan en los desfiles a través de otras modalidades.
Tradicionalmente se ha utilizado la palabra artesanos para designar en primer lugar, a los creadores de las carrozas, dejando de lado a sus familias y a los colaboradores que participan en la elaboración de las figuras del desfile magno. Sin embargo, diversos sectores apoyan que este vocablo sea reemplazado por el de "cultores" o "artistas del carnaval", no solo por ser más incluyente, sino también debido al acabado profesional de las carrozas y al valor artístico del trabajo realizado, además de que el término artesano está mal empleado en este caso, puesto que las obras que se crean no tienen destino comercial ni son el producto de un trabajo en serie.
Actualmente los "cultores del carnaval" están organizados en dos grandes asociaciones: Asoarca que reúne principalmente a los maestros creadores de las carrozas, y Caminantes del carnaval, que agremia a los participantes en las modalidades de disfraces a pie.

ETAPAS DEL CARNAVAL

El Precarnaval

Empieza el 28 de diciembre con el día del agua, en este día gente de todas las edades sale a la calle a “mojarse”. Este día todo es válido: carros de gente con canecas de agua, bombas llenas de agua, mangueras y hasta hidrantes ayudan a que sea un día especial en donde el único fin es mojarse. El Precarnaval sigue el 30 de diciembre con la famosa Serenata a Pasto, durante la cual se pueden escuchar los mejores tríos de cuerdas de la región andina.

















El Carnavalito

Es una actividad infantil en la que participan miles de niños de la región, entre 6 y 14 años, mostrando su creatividad y la herencia cultural de la región.


El desfile de la Familia Castañeda

Es un gran desfile por las calles de la ciudad y preludio del Carnaval que se realiza el 4 de enero, haciendo referencia a la leyenda del Carnaval, según la cual en el año 1928 un grupo de pastusos invitó a disfrutar de las fiestas a una familia bautizada más adelante, como La Familia Castañeda. 
Para conmemorar la llegada de esta familia, se realiza un desfile compuesto por muchas comparsas en donde participan grupos de personas disfrazadas o vestidas con trajes de la época que pretenden remontar a los espectadores a principios de siglo pasado. Este es el primer día en que la gente empieza a pintarse y se arma una gran fiesta en las calles de la ciudad.


Canto a la Tierra

Los colectivos coreográficos dentro del carnaval han encontrado un espacio que los hace propios en la celebración del “Canto a la Tierra”, son la danza y la música los que inspiran la creación de diferentes motivos que evocan lo ancestral; después de realizar un profundo análisis, de cómo se viene desarrollando el carnaval y que en gran parte se violentan nuestros derechos como artistas además de justificar en contados años cada situación ocurrida con los veredictos entregados por los jurados, sabemos que no existe argumento alguno ni suficientes criterio para valorar nuestros proyectos, por la falta de conocimiento de los mismos para quienes asumen esta tarea; en compañía de los actores y protagonistas de este evento queremos tomar la vocería para ahondar en nuestra labor, seguirle aportando al carnaval desde nuestra participación en la ejecución de proyectos creativos buscando fortalecer y articular las escuelas de formación en la música y en la danza para el carnaval, contenidas como un punto importante dentro del PES (Plan Especial de Salvaguardia del Carnaval) especialmente cuando se trata de buscar una identidad a nuestro hacer y una filosofía llena de significados con nuestra fiesta magna; puesto que los integrantes que hacen parte de las diferentes agrupaciones e instituciones requieren de unas alternativas que en su labor aportan a la construcción de obras de danza así como velar por mantener vivas las tradiciones en nuestra población juvenil y la difusión de nuestras fiestas.


El Día de los Negros

Se desarrolla el 5 de enero. En este día las personas van dispuestas a recibir “pinticas” de cosmético negro hasta el punto que toda la ropa, rostros, brazos y partes del cuerpo descubiertas queden pintadas. En la ciudad se organizan tablados con orquestas en donde no hay diferencias de razas y clases sociales.




El Día de los Blancos

El 6 de enero, las reglas de juego cambian y en vez de la “pintica negra o de colores” las personas se echan talco blanco. La fiesta comienza con el desfile de carrozas con inmensas figuras hechas por los artesanos, convirtiéndose en una demostración cultural fascinante y llena de alegría.





HISTORIA

El Carnaval Andino de Negros y Blancos hunde sus raíces en el pasado remoto de los pueblos que contribuyeron a conformar las comunidades del Altiplano Nariñense, en el Valle de Atríz, asiento de la Ciudad de San Juan de Pasto, donde tiene lugar el carnaval del 4 al 6 de enero de cada año. Las raíces americanas nacen en las celebraciones milenarias de la etnia que habitaba el Valle de Atríz, que se realizaban con el fin de dar gracias al padre Sol a la Madre Luna, a la Pacha Mama y a las deidades tutelares como el Taita Urcunina (Volcán Galeras) por poder criar la vida, por las cosechas y al mismo tiempo pedir por un nuevo ciclo de prosperidad.

En las laderas del Taita Urcunina se reunían las comunidades asentadas en las regiones aledañas, para realizar ritos de limpieza y agradecimiento de acuerdo al calendario solar, en las fechas de los equinoccios y los solsticios. Estas celebraciones estaban a cargo del personaje principal de cada núcleo familiar, quien cumplía no solo las funciones de cabeza de grupo, sino al mismo tiempo era el sabedor y oferente de los alimentos en las fiestas que con motivo de los rituales se celebraban en cada ocasión. 


Vestigio de estas celebraciones las encontramos hoy en día en las veredas y corregimientos que rodean a San Juan de Pasto; las que se realizan en las vísperas de los solsticios o de los equinoccios, como es el caso de las Fiestas de San Pedro, en donde la principal actividad son los “Castillos de las Guaguas de Pan” (muñecas y muñecos elaboradas en harina de trigo); estos se arman con frutas, productos agrícolas, animales y las guaguas.  


Los Castillos de Guaguas de Pan, año tras año, se arman a partir de la devolución de los productos, que las personas solicitaron el año anterior y devuelven agregando el doble de lo pedido en el año anterior, en un accionar del dar para recibir, actividad característica de los Andes. Estos castillos se ofrecen a los santos patronos, con el fin de lograr un año de prosperidad, al darle lo mejor de las cosechas; como en el pasado se le ofrecía a la Pacha Mama por medio de la boca del Taita Urcunina, el que permitía devolver lo mejor de lo obtenido en las cosechas y de los animales, a la madre naturaleza, para que ella volviera a fertilizar la tierra y se lograran los alimentos necesario para criar la vida en el nuevo ciclo. 


Las celebraciones iban acompañadas del consumo de alimentos y de chicha, bebida de los dioses, que se preparaba con el maíz de las zonas cálidas, y con otros productos los cuales obtenían por medio del intercambio con los grupos de las zonas cálidas.


Otro aspecto sobresaliente de estas celebraciones, que permite descorrer en el tiempo, el origen prehispánico de los carnavales, es la presencia de danzantes, músicos y personajes principales en los rituales de ofrecimiento a las deidades; ellos servían de intermediarios entre las comunidades y los seres tutelares; previo el ofrecimiento de las ofrendas, se realizaban rituales, en donde las danzas eran el medio de obtener los estados de purificación necesarios para poder ofertar los productos a la pacha mama. Los grupos de danzantes estaban conformados por hombres, quienes representaban tanto a las mujeres como a los hombres de las comunidades en los rituales; para ello llevaban prendas femeninas y masculinas.


La danza los purificaba, lo que les permitía poder ofertar los productos a la Pacha Mama a nombre de los habitantes de la zona. Hoy en día los danzantes siguen cumpliendo el mismo papel, como herencia del pasado que se ha mantenido a lo largo de la historia de estas comunidades, pasado que se puede rastrear durante la colonia, cuando los curas de los pueblos se quejaban de las borracheras de los danzantes que salían a celebrarle la fiesta al santo o a participar de las fiestas religiosas como el Corpus Christi “Tan débiles son las razones, con que el procurador general de ese cabildo pidió la suspensión de mi orden, sobre evitar que en lugares de dar culto al señor, los indios danzantes, continúen una fiesta bacanal, y se liberten de los muchos gastos que en ellas emprenden, con vergonzosos revelo con que V.S. la apoya. 


Mas no obstante por una reflexión política que me incomoda sobre manera convengo en que por ahora no se publique el bando, y haciendo a V.S. continúe en este año, la condescendencia de las anteriores, y posteriores indiferencias, convengo en que se haga las danzas; pero llamándose anticipadamente por los alcaldes ordinarios, a los gobernadores de los pueblos, y a cualquier indio que se encuentre ebrio, públicamente antes, o después de la función, se le ha de aplicara la pena….” (A.H.P. Caja 9 Año 1800- 1808).






¿QUE ES?

La máxima expresión de libertad e igualdad del sur occidente colombiano es una fiesta llena de creatividad en que las raíces culturales de un pueblo mestizo adquieren dimensiones colosales en esculturas de papel encolado que recorren la ciudad durante el último día de un carnaval con raíces en la época colonial.

Esta fiesta reviste especial importancia como expresión del mutuo deseo de que el futuro esté presidido por un espíritu de tolerancia y respeto. Surgido de tradiciones nativas andinas e hispánicas, el Carnaval de Negros y Blancos es un gran acontecimiento festivo que tiene lugar todos los años, desde el 28 de diciembre hasta el 6 de enero, en San Juan de Pasto, al sudoeste de Colombia.

El carnaval de negros y blancos es la fiesta tradicional de los días, 4, 5 y 6 de enero de cada año, en los cuales sobresale el valor simbólico de la familia Castañeda la auténtica manifestación del sentimiento del pueblo nariñense y esa gran riqueza histórica y artística de que están llenas dichas festividades.





INTRODUCCIÓN


El Carnaval de Negros y Blancos, declarado en el 2002 Patrimonio Cultural de la Nación, se celebra cada año en Pasto, una ciudad andina situada en el sur occidente de Colombia, la primera semana de enero, atrayendo a un gran número de turistas provenientes de todos los rincones del país y del extranjero. La ciudad de Pasto se ha conocido históricamente como el punto de encuentro y cruce de caminos de diferentes pueblos y colonias.

Con el transcurso del tiempo, a estas expresiones culturales campesinas, se sumaron algunos elementos de festividades españolas y más tarde, las africanas, dando comienzo a lo que hoy en día es el Carnaval de Negros y Blancos en Pasto.

Poco a poco, al Carnaval se le fueron agregando otros elementos: el cosmético, el talco, la música y las carrozas con gigantescas esculturas construidas por los artesanos que cumplen un papel muy importante en estas celebraciones.